🌿 Beneficios del juego al aire libre en la infancia
(según la ciencia… y mi experiencia)
¿Sabías que los niños que pasan más tiempo al aire libre tienen mejores niveles de atención, menos ansiedad y una creatividad más desarrollada?
Y lo más interesante: estos beneficios no son solo para ellos. Estar en contacto con la naturaleza también es reparador para nosotras, las adultas que acompañamos.
Jugar en la naturaleza no es solo una linda postal. Es una necesidad biológica, emocional y social.
Nuestra vida cotidiana se ha vuelto muy distinta a cómo evolucionó nuestro cuerpo y nuestro cerebro: necesitamos el verde, el sol, el agua, el viento.
Y aunque la vida es un camino en espiral —volvemos a ciertos lugares, pero ya no somos los mismos—, mi vínculo con la naturaleza también fue transformándose.
Hoy quiero contarte un pedacito de lo que vivo como mamá, desde esa conexión.
Con uno de mis hijos descubrí que el contacto con la naturaleza ayuda a descomprimir la energía acumulada. Y digo uno, porque cada hijo es distinto, y la forma de conectar con lo natural también lo es.
Mi hija mayor siempre tuvo al agua como aliada. En verano, podía pasarse el día mojada: en un fuentón, en la pileta o en el mar. Se proponía desafíos y los atravesaba con facilidad.
En invierno, esa misma conexión aparecía en baños largos, a veces sola, otras veces con su hermana.
Mi segunda hija, en cambio, comenzaba a cargarse de energía cada tarde. Entonces salíamos a caminar por un bulevar de palos borrachos.
Recolectábamos sus frutos, que parecen grandes semillas duras y que, con el tiempo, explotan en una nube de lana suave con semillas negras.
Ella intentaba alcanzarlos desde mis hombros, o saltaba para atraparlos. Volvíamos a casa cargadas de tesoros y con el corazón más liviano, como si el cuerpo hubiese dejado su tensión entre los árboles.
En Somos Silvestres creemos que volver a lo natural es un regreso a lo esencial.
Por eso acompañamos la crianza con propuestas que invitan a salir, tocar, ensuciarse, explorar.
Acá te comparto algunos de los beneficios del juego al aire libre, tanto para niños como para adultos:
🍂 1. Mejora la regulación emocional
El movimiento libre y el contacto con el sol, el viento o el agua descargan tensiones.
Cuando un niño corre, trepa o se acuesta en el pasto, su sistema nervioso se calma. Se reduce el cortisol (hormona del estrés) y mejora el estado de ánimo.
🧠 2. Estimula la creatividad y la resolución de problemas
En la naturaleza no hay instrucciones: los palos son espadas o lápices; las hojas, billetes o mapas.
Este juego libre potencia el pensamiento flexible y creativo.
👁 3. Favorece la atención y la concentración
Estudios confirman que la naturaleza tiene un “efecto restaurador” en el cerebro.
Mejora la atención, especialmente en chicos con TDAH.
Una caminata entre árboles puede ser más efectiva que una tarde frente a la pantalla.
💬 4. Fortalece el vínculo adulto-niño
Explorar juntos un jardín, mirar las nubes o hacer una búsqueda del tesoro:
cuando estamos afuera, nos interrumpimos menos y nos conectamos mejor.
La naturaleza nos invita a mirar, escuchar y estar presentes.
🌱 5. Siembra amor por el mundo que habitamos
El respeto no se enseña con palabras, se transmite en la experiencia.
Un niño que juega con tierra, que se maravilla con un insecto o planta una semilla, desarrolla empatía por su entorno.
Esa semilla emocional dura toda la vida.
✨ En resumen:
Jugar al aire libre no es un lujo ni una moda.
Es salud, conexión y aprendizaje.
Como adultas, podemos habilitar esos espacios, acompañar sin invadir y ofrecer materiales que despierten los sentidos.
🌼 En Somos Silvestres creemos que acompañar la crianza también es crear oportunidades de conexión con lo natural.
Mirá nuestras propuestas pensadas para explorar, crear y habitar la infancia con más presencia y menos ruido.